Diario El Mundo, edición de Castilla y León. 14 de marzo de 2017
La nueva Castilla y León de 2037
Castilla y Léon ha cambiado drásticamente en los últimos 20 años. En su momento supimos aprovechar la oportunidad que supuso lo que se denominó “Transformación Digital” o “Industria 4.0” y aquel esfuerzo dio sus frutos. ¡Qué tiempos!, ¿alguien recuerda algo que no sea digital y esté conectado con todo lo demás?
Hoy en día buena parte de los robots y nano robots que hacen posible nuestro día a día, el Hyperloop que hace la ruta Madrid-Moscú en dos horas, la inteligencia artificial clave en el diagnóstico de todo tipo de enfermedades, los vehículos eléctricos con conducción autónoma que llenan las calles y autovías del mundo, las impresoras 3D que imprimen en minutos complejas piezas de repuesto, etc. incluyen componentes diseñados y fabricados en Castilla y León para el mercado global.
El sector de la tecnología ha pasado a suponer más de un 10% del PIB regional. Hemos logrado invertir el envejecimiento de la población y nuestras universidades y centros de formación profesional están en las primeras posiciones de los ranking nacionales; de ellos salen cada año miles de titulados en mecatrónica, informática cuántica, medicina genética, nano tecnología, matemáticas, big data, etc, que se han incorporado al mercado laboral a partir del ecuador de sus estudios. Hoy somos uno de los destinos preferidos por ingenieros, científicos y tecnólogos de toda Europa. La conjunción del idioma, cultura, gastronomía, patrimonio, espacios naturales e infraestructuras de transporte hacen de nuestra región un paraíso de la calidad de vida.
Lo importante es que decidamos el futuro que queremos para nuestra región, nos lo creamos, salgamos de nuestra zona de confort y trabajemos de forma coordinada y decidida para conseguirlo
Tanto si piensas que puedes como que no, tienes razón
Volvemos a 2017. Lo anterior puede ser una utopía para unos y una distopía para otros; pero es un futuro posible. Lo importante es que decidamos el futuro que queremos para nuestra región, nos lo creamos, salgamos de nuestra zona de confort y trabajemos de forma coordinada y decidida para conseguirlo. A veces tengo la impresión de que vamos racionando y administrando lo que va quedando, sin voluntad de remontar y tomar las riendas de nuestro destino. Si queremos subirnos al vagón de la siguiente revolución, y acceder al que será el nuevo presente, debemos apostar por ello con decisión y, entre otras cosas, favorecer un ecosistema de empresas que desarrollen y vendan las tecnologías y productos del futuro. Uno de los puntos por los que empezar es crear las condiciones adecuadas para -con gestión pública o privada- llenar de empresas innovadoras los hoy poco poblados parques tecnológicos de la región.
No hay nada suficientemente difícil si existe la voluntad de abordarlo y trabajar. O, como decía Henry Ford “tanto si piensas que puedes como que no, tienes razón”.
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