Esta afirmación está en boca de muchos de los estudiantes que acaban de terminar la EBAU y de los que cursan los últimos cursos de ESO o el bachillerato.
Las dudas de los jóvenes sobre su propio futuro son tan viejas como la posibilidad de elegir y decidir sobre el mismo entre muchas posibilidades. Conviene recordar que, a día de hoy, cientos de millones de jóvenes de las mismas edades en todo el mundo no tienen dudas ni posibilidad de tenerlas, aunque seguro tienen sus propios sueños e inquietudes. Su futuro está trazado por las circunstancias, contexto económico-social, régimen político… de los lugares en los que han nacido y viven. Primera idea a subrayar: no hacer un drama y un motivo de insatisfacción de lo que es un privilegio que, potencialmente, influirá de forma muy positiva en el desarrollo de cada individuo.
Segunda idea: nadie mejor que el propio joven para tomar sus propias decisiones y hacerse responsable de ellas. ¿Por qué? Porque están -o deberían estarlo- preparados y, sobre todo, porque van a sufrir en sus propias carnes las consecuencias gratificantes o dolorosas de la decisión. La interferencia (distinto de influencia) de los padres y demás allegados en este punto puede ser el origen de futuras insatisfacciones, fracasos y reproches. Todos conocemos casos de gente que estudió lo que le dijeron en su entorno, lo acabó tarde, mal (o nunca) y luego lo abandonó quejándose del tiempo perdido. En mi experiencia personal no conozco a nadie que estudiara lo que otra persona eligiera para él/ella y esté encantado con su profesión. PuedeNadie mejor que el propio joven para tomar sus propias decisiones y hacerse responsable de ellas.
que la ejerza con dignidad; pero tampoco le brillan los ojos hablando de ello. Para disfrutar de algo que hay que llevar a cabo para subsistir más vale que te apasione; de otro modo -durante décadas- demasiados lunes va a ser duro levantarse.
Hazlo por tu futuro tú
Tercera idea: cómo tomar la decisión con más posibilidades de ser correcta, entendida como una decisión de la que no te arrepientas y acabe lastrando tu desarrollo profesional y personal. Tiene que ser una decisión informada de primera mano, no sólo basada en opiniones de terceros y -mucho menos- basada en opiniones de personas a quienes les importas lo mismo que un “like”. La información de primera mano se consigue pasando tiempo con profesionales en activo o ya retirados, charlando con ellos, preguntando, visitando sus trabajos, visitando empresas, centros médicos, fábricas. Igual que te organizas para ir a un concierto, celebrar una fiesta o hacer una excursión te puedes organizar visitas a centros de trabajo, pararte a hablar con profesionales cuyos trabajos te puedan resultar interesantes, etc. Hazlo por tu futuro tú.
Y un comodín: ¿no lo tienes claro?, entonces todavía no tomes la decisión y ponte a trabajar durante todo un año en lo que sea y aprovecha el tiempo para explorar opciones e informarte. Si te embarcas en unos estudios que no te apasionan: una retirada a tiempo puede abrir la puerta de una victoria.
Este artículo también ha sido publicado el 5 de julio de 2022 en la edición en papel del diario El Mundo de Castilla y León
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